domingo, 3 de noviembre de 2013

Lo que pienso cuando callas

A veces siento que te vas, que te vas muy lejos de aquí.
A veces, cuando te miro estando tú en tu mundo explorando otras galaxias de tu recóndita mente, sencillamente te ausentas de cualquier tipo de vida presente…es entonces cuando me entra el miedo: ¿En qué fragmento de tus recuerdos te hayas? ¿Esa expresión frustrada se estará debiendo a mí? ¿Acaso dudas de esta relación nuestra? ¿De mi infinita admiración por tu inaudita belleza terrenal? O es quizá tu tristeza causa de un origen que no puedo remediar ni apaciguar…Cuando es eso, siempre busco la manera de culparme de una forma u otra, debo protegerte de modo que, sea como sea, tengo que buscar respuesta y solución.
Pero contigo es imposible la cura, siempre me hayo enfermo ¿Posees poderes que dominan mi coherencia y estabilidad emocional? Eres tan misteriosa, que en tus silencios encuentro mil preguntas que me enervan y dan luz al terrible e indomable horror que existe en la posibilidad de perderte. Das lugar y espacio a la locura en lo que a mi ser concierne, y todo eso, con solo un silencio tuyo.