lunes, 28 de octubre de 2013

Visitas no deseadas

Anoche te vi de nuevo, parece como si surgieras de repente entre miles y miles de personas, al igual que en esas típicas secuencias de película en los que hay un tumulto de gente que hace su día a día en la ciudad en plena mañana, corriendo con prisas y estrés y entonces de la nada una persona se hace nítida mientras que alrededor todo parece borroso. 
¿Por qué lo haces? No te llamo pero vienes. Tú solo te limitas a dotar tu imagen de vida en mi mente para recordarme que no debo olvidarte…como si ese simple hecho fuera tan fácil, como si esa acción tuviera lugar, que imposible resulta esa opción ¿No te das cuenta? ¡Me duele que aparezcas por aquí! Por este lugar al que llamo subconsciente, no eres bien recibido, no te acojo, no hay cobijo para ti, despierto y te vas, despierto y ya te has ido ¿es eso justo? No deberías estar solo en sueños, por lo tanto, se te ha vetado la entrada a esta ilusión psíquica y nocturna de mi mente, ya que en ella apareces vivo, pero en mi lecho ya no respiras…
Si por el día yaces entre tus cenizas ¡no esperes que la luna te resucite cual fénix! No hay lugar para un engaño tan cruel y despiadado llamado sueño, mi propio sueño, que me enferma con la mentira de que sigues con vida…pero si me deshago de tu recuerdo ¿Quién si no yo va a recordarte? Solo yo te anhelo, solo yo te amo, si te desterrara de mi memoria…

Este instante llamado jamás

¡No! Si sales por esa puerta no se te ocurra regresar ¡no quiero verte nunca más! ¡Corre, cierra las ventanas! No vaya a ser que tu recuerdo quiera colarse por los recovecos de mi frágil y débil memoria.